Uno de Octubre

Después de haber visto cientos de vídeos de despedidas en Maiquetía, llego mi día.
Mi último día en Venezuela fue relativamente normal, un mutilador dolor de vientre, sueños de que se caen aviones y estrés pre check in.
Dormí sin interrupciones, desperté, me puse leggins, franela chaqueta y zapato deportivo, sin peinarme por supuesto.
Todo marchaba bien hasta que me toco despedirme de Fivi, fue una asfixia para el corazón, con la seguridad de saber que la volveré a ver, pero con la incertidumbre de cuando.
Todo marchaba bien hasta llegar al aeropuerto y leer cancelado el vuelo, sentí como el mundo se me caía, fueron segundos con flash en mi cabeza de cuestionamientos de cuándo entonces me iré que pasará con el vuelo de conexión.
El vuelo tenía que salir a la 12 pm, pero terminó despegando a las 3 según llegaríamos a las 5:30, mi otro vuelo de conexión salía a las 9:30 con check in a las 8:30, aterrizamos a las 6:30, sin podernos bajar del avión por fallas en la turbina, necesitaban apoyo externo para apagarlo, una señora mostró su boleto de conexión y la dejaron pasar, yo mostré el mío y me empujaron abucharon que era de mentira blah blah, hermosa solidaridad criolla.
Pasaron más de las 7, 715 730, y fue que empezaron a salir del avión, el aeropuerto de miami es taaaaaaaaaaan grande que camine más de 15 minutos para buscar las maletas, con el tiempo en contra y la maleta no salía como cosa rara, tome la maleta corrí y corrí  muy amablemente allá la gente sabe que cuando tienes un vuelo de conexión en una hora te da un priority pass, donde pasas por una cola más pequeña hacer el check en inmigración, con un ser aboslutamente amable pero que no entendía nada de español.
Todo check pasadas las 830 corriendo para buscar el counter de la aerolínea, correr, correr, Air Europa despues de 15 minutos lo conseguí, había un coreano que hablaba perfecto en español y así sería mi cara que se ofreció para ayudarme con el equipaje y a calmarme diciendo que iba al mismo vuelo y que aun estabamos a tiempo, pesaron mi maleta, casi las 9 tick tock, pasar por el chequeo maletas con una cola demasiadoooo grande no se cuantas aerolíneas, en mi estrés no me había detenido en ver la hora, me quite los zapatos, pasé por la máquinita, correeeeeeeeeeeee con la maleta a buscar la puerta de embarque, correr, correr, hasta que escuchar el " Vaneussa Veidal pour favour abourdar", corrí con otro chico corriendo detrás de mi, nos sentamos y literal en 10 minutos arranco, un viaje de 8 horas, donde cumplía 24 de despierta y no dormí nada.
Con amanecer en Portugal, con el cansancio a montón, con monitoreo al mapa, sin turbulencia, ocho horas después y a tiempo estaba en Madrid, con calma ya que faltaba más para el otro vuelo, Madrid hermoso Madrid, después de horas de desconexión, pude comunicarme con mi familia, sin haberle podido confirmar que había llegado bien a Miami.
Me senté respire, y empecé a disfrutar, todo fluía excelente, donde por fin dormí en la hora vía a Barcelona. Bienvenida Barcelona a mi vida.

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