Resumen de cuentas reales de toda mi vida
La fecha de apertura del libro mayor en mi vida fue dado el 01/09/1993.
De pequeña recuerdo los consentimientos de Rosa, en mi negación en levantarme temprano (situación que aún se mantiene), luego de despertarme venía el proceso de ponerme acostada el uniforme, terminar siempre abrigada por la chaqueta nueva que perdería en las próximas semanas (Ovejita).
Luego el típico café con leche que nunca fue de mi total agrado, nunca lo bebía completo, o me echaban a la mitad de la taza o lo botaba en el fregadero.
Una vez en el carro rezando siempre a que consiguiéramos cola para retrasar la llegada al colegio y seguir descansando en el carro. (Nunca llegar tarde, LO DETESTO) (El deseo era todo lo contrario cuando tenía que usar el inútil servicio de transporte público).
Casi nunca se cumplía el deseo y llegábamos muy puntual, el primer día de clases solía llorar porque la profesora que me tocó no me gustaba.
Por que siempre me dio miedo el y ahora qué?
Ya después me costaba ir al colegio pero me costaba irme de el, me encanta parlotear con mis compañeros y hablar y hablar y seguir hablando.
A las 12 igual muy puntual iban por mi hermana y por mi al colegio, luego ya iba solo mi hermana hasta que me tocó empezar a emprender mi retorno a casa SOLA.
Recuerdo que lloré estaba en cuarto año, que galla.
En el colegio los jueves era de deporte, el deseable jueves de Wagner (Natación), me encantaba aún sueño con ella.
Los jueves era el único día donde agarraba un transporte escolar amarillo, era divertidisimo, en el salón hacer la fila de los que si nos ibamos del colegio y ver a los aburridos como se quedaban para hacer deporte en la cancha del colegio o la del sector.
De pequeña me recuerdo muy fanática, locamente enamorada de Leonardo Di Caprio y de mi odio por Chavez, recuerdo a mi mamá en el carro quejarse de los huecos, de la inseguridad, de la inflación y culpaba a a Chavez, o sea que tenía que odiarlo. (Hice bien).
Recuerdo en mis idas a la academia de natación, en el trasnporte pasaba por VTV el canal del estado, y con 9 años pitaba por la ventana, buuuuuu, y las maestras me regañaban.
Bueno sigo en mi repaso.
En mi vanidad recuerdo que todos los carnavales me ponía nerviosa la elección de la madrina/reina del salón. Gané 3 veces segundo grado, quinto, y tercer año de bachillerato.
Recuerdo las tres elecciones como si fuera ayer, sin sabotajes, sin CNE, totalmente transparente.
Al tiempo me enteré que no gané por bonita sino porque me la llevaba bien con los varones y aportaban su voto lástima.
Mi primer enamoramiento todo, segundo grado, se me fue solicitado el empate por el elegido, y en mi loca madurez le dije que no porque no me sentía preparada y vi como el elegido fue hacerle la misma propuesta a otra niña. (Bravo)
Muy enamoradisisisisisisima pero no fue sino hasta los casi 15 mi primer beso.
Vi como el victimario planeaba su "robo de beso" y yo canalizando todas la maneras de hacer el encuentro lo más pronto, ceder ante el beso y mantener la actuación de sorpresa.
Recuerdo que sentía que las orejas me iban a estallar del enrojecimiento, los cachetes todo.
Solo fue un par de besitos, hasta que en cuarto año llegó mi primer novio. . . (de messenger), una historia de inmaduros, infantiles, que ahora que recuerdo que me da risa. . . . siguen las historias pero perdían inocencias y ya no son tan divertidas.
Bueno sigo en mi repaso de vida.
Después de la rutina de lunes a viernes, los sábados y a veces los domingos eran de danza, al principio me gustaba, pero como todo al tiempo en mi poca constancia y disciplina perdí el gusto y las ganas de ir.
Sábados a pararse temprano, a que me templaran el cabello con gelatina y la cebolleta en la cabeza, mayita negra, medias pantys, faldita azul, zapatillas, zapatos de tacón, falda roja, enagua, pantaleta de baile, etc. Ahí no me enamore porque el 99,99% eran chicas.
Y los domingos los recuerdo con mucha nostalgia (haré una pausa y pondré Voz Veis) (Son tan buenos los momentos).
Los domingos eran de estar en casa, de que mi mamá se pusiera las pinzas en la cabeza, de pintarse las uñas, de que mi papá nos puliera los zapatos del colegio, de los topper de la semana, de arreglar el uniforme, sacar el pantalon, la chemise, la pantaleta, el soten y la correa.
Desde el 2008 que cambie de casa los domingos en la noche solía sentarme en mi cama, cerrar la ventana panorámica de mi lado, me servía de espejo y pasaba ratooo cantando canciones, y planchandome el cabello. (Ay que nostalgia).
Solía hablarle a las estrellas, a la luna, a pedirle deseos con mucha fé, era mi momento, sólo mío de tanta paz, que los extraño muchísimo.
En este momento volteo y veo la oscura noche y la casi casi luna llena que alumbra mucho, como los postes y casas, tanto que casi no se ven las estrellas y las extraño.
Los diciembre, ver a Rosa cocinado que si el pernil, la empanada gallega, el tonteo de cuando estrenabamos, de peinarnos de la ansiedad de los regalos, extraño esos momentos, esa inocencia, esa felicidad.
Probablemente todos estos recuerdos desordenado, no me importa el hilo de la historia, sólo estoy exprimiendo mi memoria, leerlo cuando este triste. . .
El lío que era montar el arbolito, las luces quemadas, el pie de árbol todo lleno de polvo, hasta la noche en eso, el arbolito que me le tiré encima y quedó como la torre de pisa amarrado con un alambre.
La vez que me metí el resorte en la nariz, cuando comí glade, cuando lloré que cerraron RCTV, Venezuela me hizo llorar demasiado.
Pero no puedo negar que tuve una innegable infancia.
Ahora lejos de mi casa, de mi cama, de mi ventana, en tiempos mejores, pero con algo de nostalgia.
Increible como de rápido pasa el tiempo en dos semanas cumpliré 25 años, disfruto mucho ser la pequeña, de que me cuiden <3
Un año que no toca pedir sino agredecer, que bonita vida he tenido de verdad, obviando el socialismo, comunismo, el amor lo es casi todo, porque la salud tambien ocupa un porcentaje importante. Por eso Vanessa recuerda que cuando caes en agobio laboral, complejo corporal recuerda que mientras esté la familia, el amor y la salud, TODO ES SECUNDARIO Y TODO ESTARÁ BIEN.
Chao Vanessa nos leemos o nos escribimos pronto, siempre es un placer reencontrarnos.
De pequeña recuerdo los consentimientos de Rosa, en mi negación en levantarme temprano (situación que aún se mantiene), luego de despertarme venía el proceso de ponerme acostada el uniforme, terminar siempre abrigada por la chaqueta nueva que perdería en las próximas semanas (Ovejita).
Luego el típico café con leche que nunca fue de mi total agrado, nunca lo bebía completo, o me echaban a la mitad de la taza o lo botaba en el fregadero.
Una vez en el carro rezando siempre a que consiguiéramos cola para retrasar la llegada al colegio y seguir descansando en el carro. (Nunca llegar tarde, LO DETESTO) (El deseo era todo lo contrario cuando tenía que usar el inútil servicio de transporte público).
Casi nunca se cumplía el deseo y llegábamos muy puntual, el primer día de clases solía llorar porque la profesora que me tocó no me gustaba.
Por que siempre me dio miedo el y ahora qué?
Ya después me costaba ir al colegio pero me costaba irme de el, me encanta parlotear con mis compañeros y hablar y hablar y seguir hablando.
A las 12 igual muy puntual iban por mi hermana y por mi al colegio, luego ya iba solo mi hermana hasta que me tocó empezar a emprender mi retorno a casa SOLA.
Recuerdo que lloré estaba en cuarto año, que galla.
En el colegio los jueves era de deporte, el deseable jueves de Wagner (Natación), me encantaba aún sueño con ella.
Los jueves era el único día donde agarraba un transporte escolar amarillo, era divertidisimo, en el salón hacer la fila de los que si nos ibamos del colegio y ver a los aburridos como se quedaban para hacer deporte en la cancha del colegio o la del sector.
De pequeña me recuerdo muy fanática, locamente enamorada de Leonardo Di Caprio y de mi odio por Chavez, recuerdo a mi mamá en el carro quejarse de los huecos, de la inseguridad, de la inflación y culpaba a a Chavez, o sea que tenía que odiarlo. (Hice bien).
Recuerdo en mis idas a la academia de natación, en el trasnporte pasaba por VTV el canal del estado, y con 9 años pitaba por la ventana, buuuuuu, y las maestras me regañaban.
Bueno sigo en mi repaso.
En mi vanidad recuerdo que todos los carnavales me ponía nerviosa la elección de la madrina/reina del salón. Gané 3 veces segundo grado, quinto, y tercer año de bachillerato.
Recuerdo las tres elecciones como si fuera ayer, sin sabotajes, sin CNE, totalmente transparente.
Al tiempo me enteré que no gané por bonita sino porque me la llevaba bien con los varones y aportaban su voto lástima.
Mi primer enamoramiento todo, segundo grado, se me fue solicitado el empate por el elegido, y en mi loca madurez le dije que no porque no me sentía preparada y vi como el elegido fue hacerle la misma propuesta a otra niña. (Bravo)
Muy enamoradisisisisisisima pero no fue sino hasta los casi 15 mi primer beso.
Vi como el victimario planeaba su "robo de beso" y yo canalizando todas la maneras de hacer el encuentro lo más pronto, ceder ante el beso y mantener la actuación de sorpresa.
Recuerdo que sentía que las orejas me iban a estallar del enrojecimiento, los cachetes todo.
Solo fue un par de besitos, hasta que en cuarto año llegó mi primer novio. . . (de messenger), una historia de inmaduros, infantiles, que ahora que recuerdo que me da risa. . . . siguen las historias pero perdían inocencias y ya no son tan divertidas.
Bueno sigo en mi repaso de vida.
Después de la rutina de lunes a viernes, los sábados y a veces los domingos eran de danza, al principio me gustaba, pero como todo al tiempo en mi poca constancia y disciplina perdí el gusto y las ganas de ir.
Sábados a pararse temprano, a que me templaran el cabello con gelatina y la cebolleta en la cabeza, mayita negra, medias pantys, faldita azul, zapatillas, zapatos de tacón, falda roja, enagua, pantaleta de baile, etc. Ahí no me enamore porque el 99,99% eran chicas.
Y los domingos los recuerdo con mucha nostalgia (haré una pausa y pondré Voz Veis) (Son tan buenos los momentos).
Los domingos eran de estar en casa, de que mi mamá se pusiera las pinzas en la cabeza, de pintarse las uñas, de que mi papá nos puliera los zapatos del colegio, de los topper de la semana, de arreglar el uniforme, sacar el pantalon, la chemise, la pantaleta, el soten y la correa.
Desde el 2008 que cambie de casa los domingos en la noche solía sentarme en mi cama, cerrar la ventana panorámica de mi lado, me servía de espejo y pasaba ratooo cantando canciones, y planchandome el cabello. (Ay que nostalgia).
Solía hablarle a las estrellas, a la luna, a pedirle deseos con mucha fé, era mi momento, sólo mío de tanta paz, que los extraño muchísimo.
En este momento volteo y veo la oscura noche y la casi casi luna llena que alumbra mucho, como los postes y casas, tanto que casi no se ven las estrellas y las extraño.
Los diciembre, ver a Rosa cocinado que si el pernil, la empanada gallega, el tonteo de cuando estrenabamos, de peinarnos de la ansiedad de los regalos, extraño esos momentos, esa inocencia, esa felicidad.
Probablemente todos estos recuerdos desordenado, no me importa el hilo de la historia, sólo estoy exprimiendo mi memoria, leerlo cuando este triste. . .
El lío que era montar el arbolito, las luces quemadas, el pie de árbol todo lleno de polvo, hasta la noche en eso, el arbolito que me le tiré encima y quedó como la torre de pisa amarrado con un alambre.
La vez que me metí el resorte en la nariz, cuando comí glade, cuando lloré que cerraron RCTV, Venezuela me hizo llorar demasiado.
Pero no puedo negar que tuve una innegable infancia.
Ahora lejos de mi casa, de mi cama, de mi ventana, en tiempos mejores, pero con algo de nostalgia.
Increible como de rápido pasa el tiempo en dos semanas cumpliré 25 años, disfruto mucho ser la pequeña, de que me cuiden <3
Un año que no toca pedir sino agredecer, que bonita vida he tenido de verdad, obviando el socialismo, comunismo, el amor lo es casi todo, porque la salud tambien ocupa un porcentaje importante. Por eso Vanessa recuerda que cuando caes en agobio laboral, complejo corporal recuerda que mientras esté la familia, el amor y la salud, TODO ES SECUNDARIO Y TODO ESTARÁ BIEN.
Chao Vanessa nos leemos o nos escribimos pronto, siempre es un placer reencontrarnos.
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