Todo va acabar. . .

Necesito reencontrarme.
Necesito tener las cosas bien conmigo misma, porque todo los día la frase "Sino estás bien contigo misma no puedes estarlo con más nadie" va tomando más sentido.
Se me ha hecho sumamente difícil tener las cosas muy bien conmigo.
Por ejemplo, últimamente han sido mi refugio personas que pensé que jamás lo serían y lo han sido porque no me preguntan como estuvo mi día, sino que me sumergen en un mundo de paz, distracción que me encanta, me hace suspirar y sonreír.
Y en mi vida últimamente se ha tornado una especie como de dejavú terrible, que se me torna fastidioso repetir y repetir y repetir la serie de fracasos, que cansan y deterioran.
Y me encanta estar con gente así nueva, que no les importa lo desarreglada que estoy, que no conocían mis más absurdos planes que nunca se dieron y tuvo otros resultados, pero no se si es cuestión de signo, por el día que nací,  o la posición de la luna, pero la soledad y el silencio siempre han tenido un gran valor para mi, muchas veces no necesito que me hablen, con estar es suficiente.
Fantaseo demasiado, con que prefiera más la berenjena que la pasta, que le guste la soledad en silencio, que prefiere contar estrellas que el cine, que no le guste la comida caliente sino templada, que me empuje a hacer las cosas locas, que me borre el mundo, me limpie el ambiente.
Me siento intoxicada, en el alma, estoy trabajando en limpiarla, hoy lo prometo, no se que tan bien me salga, pero creo que lo intentaré.
Ser feliz en el ahora, no ahogarme con el pasado ni con la ansiedad del futuro.
Quizás encuentre la felicidad ahí donde no estaba planeado.
Vamos a ver como me va.
No se le puede dar tanto gusto a Maduro.
I promise.




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